¡Las emociones son nuestro motor!

El coaching es bien conocido y se usa a diario en las ciudades. Como explico a menudo, es una herramienta muy útil para conseguir una buena convivencia en cualquiera de los ámbitos de nuestra vida.

Entendemos por buena convivencia un saber estar, un equilibrio, una igualdad, un entendimiento, respeto, confianza... entre los miembros de un equipo, de dos o más personas. Este equipo lo podemos encontrar en el trabajo o en casa indistintamente. 

Recientemente me he topado con algunas personas que aprecio, y que de una u otra forma practican técnicas de coaching dentro de su día a día y muy enfocadas a retos laborales. Estas personas a las que hago referencia se encuentran situadas en Barcelona, ​​la gran ciudad, donde el coaching está muy presente. Casualmente, han coincidido conmigo en que en las zonas más rurales, el coaching todavía tiene mucho recorrido por hacer. Aún es desconocido, y a grandes rasgos podríamos afirmar que algunas personas que residen en estas áreas más alejadas de la ciudad, no conocen bien todavía, en qué consiste o qué beneficios puede aportarnos en nuestro día a día para disfrutar de mayor bienestar. Yo misma puedo afirmar, que el 80% de las sesiones que llevo a cabo de coaching, son en formato online porque las personas que las disfrutan, se encuentran mayoritariamente residiendo en Barcelona o Madrid.

Así pues, este artículo viene motivado por este hallazgo y mediante el cual quiero invitaros a que os aproximéis, ya que gracias al coaching y las técnicas que lo forman y que se pueden utilizar en un proceso de coaching, podemos conseguir estar mejor o mucho mejor. A todas y todos nos pasan cosas, desde niños y niñas de primaria, pasando por los y las adolescentes y llegando a la edad adulta. La cuestión es, ¿Cómo gestionamos todo lo que nos pasa? Porque todo tiene un efecto en nosotros, nadie es de piedra. Todas y todos tenemos sentimientos y emociones, pero no hablamos o hablamos demasiado poco. Es una asignatura que tenemos pendiente. No estamos familiarizados y a veces por miedo o vergüenza nos lo escondemos. Grave error. Las emociones y los sentimientos debemos expresarl@s, l@s que consideramos buenas y l@s que consideramos no tan buenas, (estas son las que acostumbramos a esconder). Tampoco os estoy invitando a que las expreséis a diestro y siniestro, pero si a que las expreséis con alguna persona que os inspire confianza y que consideréis que puede ser de ayuda a la hora de gestionar estas emociones.

Saber gestionarlas es un aprendizaje, como todo en esta vida, es una práctica, una técnica. Al principio, ante una situación inesperada, nos desconsolamos, no entendemos lo que ha pasado, y no entendemos cómo nos sentimos. A medida que nos vamos encontrando con situaciones inesperadas vamos aprendiendo. Es algo que aprendemos sobre la marcha. ¿Pero qué tal si lo aprendemos con alguien que sepa más que nosotros y pueda guiarnos y ayudarnos a que nos sintamos mejor? Ayudarnos a que no nos sintamos extraños o extrañas, por tener este tipo de sentimientos o emociones. Es como cuando aprendes un idioma, o las matemáticas. Imagínate que tuviéramos que aprenderlo solos y solas, ¡!ué complicado! ¿No? Pues años tras años, nuestros padres, madres y abuelos, abulas, lo han aprendido sol@s y muchas personas no lo han aprendido y lo han escondido.

Hoy tenemos la suerte y el privilegio de tener a nuestro alcance, personas que se han formado como coaches y nos pueden acompañar. ¡Aprovechémoslos! Con el fin de sentirnos mejor, aprovechémosles para trabajar nuestras emociones, para entrenarnos con su gestión. Ganaremos autoestima, seguridad, consideración, valor, confianza, firmeza... No nos dé miedo, ni vergüenza. Y cuanto antes nos pongamos, mejor. Yo siempre digo que en primaria debería haber una asignatura que se llamara “Educación emocional” en la que se trabajara la inteligencia emocional. Pero todavía no la tenemos, y si la tuviéramos quizás nos iría bien un extraescolar de esta asignatura, como en otras.

¿Verdad que vamos al mecánico para que revisen nuestro coche? Pues no nos olvidemos de nosotros, porque somos lo más importante. Las emociones son lo que nos mueve, ¡Son nuestro motor!

Deja un comentario

Open chat
Hola, ¿en qué podemos ayudarte?
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?
A %d blogueros les gusta esto: