La infidelidad en una pareja consolidada

En este artículo encontrarás una aproximación a la infidelidad, cuáles son las causas por las que sucede, cómo evitarla y te explicaré porque afirmo que la responsabilidad es de ambas partes de la pareja en la que recae dicha infidelidad, siempre en un contexto de pareja en el que ésta esté consolidada. 

Existen diferentes tipos de infidelidades, por lo tanto, diferentes motivos en ellas. Hay incluso infidelidades permitidas, que benefician a la pareja formal en cuanto a pactos entre ellos y convivencia se refiere. Todo está bien y todo es respetable.  

En este artículo, no obstante, hablaremos de la infidelidad no consensuada, y más concretamente de esa que se da en una pareja consolidada. Entendemos por pareja consolidada aquella que ha superado el primer período de acoplamiento en la pareja. El período de acoplamiento es aquel en que las dos personas que forman una pareja destinan a conocerse, a pasar tiempo juntos y ver si les va encajando la forma de ser que tiene el otro u otra según sus patrones, ideas o esquemas comportamentales. El período de acoplamiento puede tener una duración de entre año y año y medio aproximadamente. Si durante este período de tiempo la pareja no consigue una estabilidad, una confianza, un compartir, poder contar con el/la otr@, y construir juntos una relación sana y duradera, lo más probable y más aconsejable, es que esa pareja se disuelva y sigan cada uno su camino sin el otr@. Una vez la pareja supera este período inicial, podríamos hablar de una pareja consolidada y sin fecha de fin.  

Podríamos pensar en una pareja en la que el respeto está presente, la confianza, la comprensión, el orgullo social, formas de pensar, relaciones íntimas satisfactorias, proyecto de vida común, valores similares, colaboración, admiración, y un largo etcétera. El tiempo va pasando y la pareja se va encontrando con diferentes retos a superar. Si la pareja es sana, se quiere, se respeta, confía, comprende, conquista, atiende, entiende, se ilusionan, comparten, apoyan, comunican… irá superándolos, e irá tejiendo una base sólida en la que sostenerse si algún día acontece alguna circunstancia inesperada, pues estarán preparados, para afrontarla juntos. ¿Qué pasa si en esos pequeños retos, se observa que no pueden confiar plenamente el uno con la otra, o si uno esperaba una reacción por su parte y ha sido otra… es decir, ¿Qué sucede si no hay cuórum? Si no hay equipo… Puede que en ocasiones no puedas contar con él o con ella al 100% pero bueno… no es tan malo o mala como para abandonar la relación, pues en ella encuentras muchas cosas buenas también que te satisfacen. Así pues, la balanza aún está en positivo, lo que significa que la persona suma y desde tu flexibilidad y tolerancia decides ceder a veces. Eso es bueno, debemos ser flexibles y tolerantes, pues no encontraremos otra persona 100% igual a nosotr@s con la que nunca tengamos que llegar a un acuerdo o con la que siempre lo veamos todo igual y bien, es imposible, pues no hay dos personas iguales en el mundo. Así, pues, sigues en esa relación porque, aunque no es perfecta para ti, es bastante buena aún.  

Puede, que llegue un día en el que la balanza esté en negativo. Eso significa que hay más cosas negativas, que positivas, que ya no te aporte como antes, que no suma, que resta, y te encuentras con más situaciones poco provechosas que con situaciones agradables. Ahí es donde tú decides quedarte o irte. Irte resulta complicado, pues ya lleváis 3, 5, 8… años juntos, y existen muchos compromisos, muchas cosas ya en su sitio, amigos, familia, hipoteca, hijos… y se te hace una montaña. Es incluso probable, que por situaciones en las que te hayas encontrado dentro de la pareja, tu autoestima se haya lastimado, y te sientas insegur@ y sin energía o capacidad de afrontar lo que una separación/divorcio puede acarrear. Y decides quedarte a pesar de que esa relación no te satisfaga, a pesar de no sentirte feliz en esa relación. Pasas a acomodarte. A la otra parte de la relación, le ocurre lo mismo. Habéis creado una dinámica cómoda y deshacerla es demasiado trabajo. Llegados a este punto, podríamos comunicárselo a nuestra pareja, y entre los dos intentar estar mejor. Pero en ocasiones una parte de la pareja no está abierta o preparada para hablar de este tema, simplemente quiere creer que ya estamos bien, ya es suficiente.  

Afortunadamente, en otras ocasiones ambas partes de la pareja sienten lo mismo y juntos deciden mejorarlo, ¡Excelente, Chapó, Felicidades! Sin duda si queréis, podréis mejoraros. Sólo un@ mism@, tiene el poder de mejorarse, y nada como ser consciente de ello para coger el camino, y lograr el objetivo. Ahora bien, ¿Qué ocurre con la pareja consolidada, que goza de una zona de confort muy bien tejida y que opta por esconder la balanza negativa? 

Ahí es donde puede aparecer la infidelidad por parte de algún miembro de la pareja. Imagínate que tú quieres sentirte querid@, amad@, desead@ por tu pareja, y eso no ocurre. No ocurre porque con el tiempo, esos retos que el camino de pareja os ha ido poniendo delante, no los habéis superado, y no os habéis hecho suficientemente fuertes. Habéis normalizado la situación y llega un punto en el que desnormalizarla supone un trasiego tan grande a nivel emocional y de crecimiento personal que una o ambas partes de la pareja no se sienten preparad@s para abordar. Así pues, nos encontramos en un punto en el que, no te sientes satisfech@ en tu relación de pareja, no consideras que sea satisfactori@, y además incluso puedes no sentirte suficientemente valorad@, respetad@, considerad@, querida@, amad@… Te encuentras en una relación en la que gobierna la miseria de amor. Pero NECESITAS esa sensación. Quieres sentirte valorad@, respetad@, considerad@, querida@, amad@ y quieres una relación satisfactoria en todos los sentidos. ¿Por qué no lo mereces? ¿Por qué no puedes tenerlo? Y ahí, empiezas a buscar fuera, lo que no encuentras dentro. Y aquí es donde much@s otr@s expert@s en relaciones de pareja, gestión emocional y crecimiento personal, coincidimos en que cuando una infidelidad tiene lugar, es responsabilidad de ambas partes de la pareja. No solo la infidelidad de hecho, TODO, absolutamente todo lo que ocurre en una pareja, bueno o no tan bueno, es responsabilidad de ambas partes. Es un camino común que se construye entre 2. 

LA VÍCTIMA. Me han sido infiel. Soy la Víctima. Yo no lo merezco. Quizás no lo merezcas, seguro que no eres tan mal@ como para merecerlo. Pero tu actitud y tus actos han contribuido a ello. Podrías haber sido tu quién cometiese la infidelidad, pero se han adelantado y todo es un drama ahora. ¿Qué ha ocurrido? la persona que ha cometido la infidelidad, es la persona que tiene más necesidad de sentirse valorad@, respetad@, considerad@, querida@, amad@… y la que menos puede tolerar una relación insatisfactoria y además no se siente con la suficiente fuerza o capacidad de abandonar la relación por todo ese tejido y comodidad social, familiar que han creado. Por ello es la primera parte en ser infiel, porque necesita más o se conforma menos. Actúa, por lo tanto, des del Niño/Niña, desde la inmadurez emocional. La otra parte de la pareja, si no ha cometido ninguna infidelidad, ha actuado hasta ahora des del Padre/Madre, reprimiendo esa necesidad por las normas de conducta o pactos que se han establecido en la pareja. Tampoco es recomendable, pues recordad que lo mejor es actuar des del Adulto/Adulta, llegando a un equilibrio entre el Niño/Niña y Padre/Madre. Y así es. Aquí podríamos ahora entrar en diversos debates y análisis de diferentes casuísticas y circunstancias, que podemos hacer si queréis, a nivel particular o de pareja en conjunto. A veces, he tenido casos, que ambos han sido infieles, uno después del otro, y lo aceptan y les va bien y les conviene. O parejas en las que sólo una parte practica la infidelidad. Estos son otros casos en los que podemos profundizar si alguien lo requiere. 

EVITAR LA INFIDELIDAD. Ábrete a sentir, a ser tú, a quererte, a valorarte, a darte prioridad. No pretendas ser quién no eres por patrones adquiridos o por normas o conductas que nos vienen impuestas. “Tienes que ser así”, “Tienes que hacer las cosas de esta manera”. No, todo puede ser de muchas formas diferentes. Cuánto antes te atrevas a ser tu mism@, cuánto antes aprendas a quererte, a valorarte y a priorizarte, antes encontrarás a una persona afín a ti y con la que construir una relación de calidad, sana, duradera y estable. Proyectamos aquello que necesitamos. Nuestra pareja es nuestro reflejo, es nuestro espejo. Si tienes una pareja que sobrepasa limites o no te respeta, es porque debes aprender a poner límites, si tienes una pareja que te es infiel, es porque tú te estas engañando a ti mism@ pensando que estás bien en tu relación, si tengo una pareja que no me valora lo suficiente… ¿Tú te valoras lo suficiente? La vida tiene el poder de ponernos delante a personas o situaciones de las que aprender a diario, ¡Aprovéchalo! porque todo tiene un sentido y una razón de ser. 

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